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Hay una infinidad de huevas de pescado, cuyo tamaño, sabor, color y precio varían considerablemente de una especie a otra. Si las huevas de lumpo, trucha o arenque son muy asequibles, las huevas de caviar o mújol, que se utilizan para preparar botarga, se consideran productos de lujo. Buenas noticias: la mayoría de las huevas de pescado son intercambiables de una receta a otra, siempre que sepa cómo adaptarlas.

Huevas de pescado y entradas de pescado

Las recetas de pescado son el terreno de juego favorito de estas huevas de mar. Estas bolitas de colores no solo decoran los platos, sino que también aportan un toque crujiente y perfumado. Para que conserven su frescura, es preferible incluirlas en recetas frías. Acompañan de maravilla con entrantes de pescado ahumado (salmón, trucha, eglefino, etc.), pescados crudos (carpaccio de vieira, tartar de lubina, etc.) así como con preparados de marisco y mariscos (gambas, ostras, cangrejo, etc.). También se pueden utilizar como ingrediente principal, especialmente en latarama, preparado con huevas de bacalao. Las huevas de bacalao frescas se pueden comprar en la pescadería y te permiten preparar rápidamente una tarama mucho mejor que la de la tienda, una oportunidad para recordar que la tarama es blanca cuando no lleva colorantes… En cuanto a las huevas “de luxe”, el caviar a menudo se come solo, con o sin un vaso de vodka, y la botarga rallada, también llamada caviar mediterráneo, realza un simple plato de pasta.

Huevas de pescado y huevos principales

Los huevos de mar revelan todos sus sabores salados cuando se combinan con huevos de tierra. El caviar es delicioso en un huevo cocido para un brunch muy gourmet. Los huevos de arenque, o incluso los huevos en trozos, le darán un giro a los huevos revueltos, siempre para el brunch. A un huevo cocotte también se le pueden añadir huevas de salmón, mejor aún si se adorna con una crema de salmón ahumado. Para recetas divertidas, puedes jugar la carta de las miniaturas sirviéndolas sobre huevos de codorniz como entrante, o para decorar un huevo de mimosa. Por otro lado, siempre se añaden al servir, en recetas calientes, y evitamos cocinarlos, que perderían sabor y textura.

Huevas de pescado y acompañamientos

Los sabores de las huevas de pescado van muy bien con la neutralidad de las papas, la combinación de papa tibia, huevas de pescado y crema fresca funcionasiempre muy bien. Con huevos con un sabor más pronunciado, como el caviar o las huevas de arenque, puedes probar combinaciones más sorprendentes, especialmente con coliflor, al natural o con nata (puré, velouté, etc.). También se trabaja con fondue de puerro o hinojo. También puedes utilizar huevas de salmón para dar sabor a pastas, purés o risottos, que les darán un toque crujiente y yodado.

Las combinaciones tierra-mar también son posibles con huevas de pescado, optando en su lugar por carnes delicadas como la ternera.

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