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¿Te gusta el pescado? ¿Pero no quieres participar en la sobreexplotación de los mares y océanos, ni en la extinción de ciertas especies? Buenas noticias: las sardinas, la caballa y el arenque se encuentran entre las especies que se pueden comer más de 4 veces al mes. Así que no lo dudes más, ve a tu pescadería y diviértete.

Sardina fresca, elígela y consérvala

Si las sardinas enlatadas se pueden comer durante todo el año, las sardinas frescas se comen mejor de abril a octubre. Y en el patio de butacas la elegimos firme, de piel brillante, mirada aguda y cuerpo sin magulladuras. Y no olvides pedirle a tu pescadero que te las escale y las destripe si es necesario (depende de su tamaño). Lo mejor es comprarlos por la mañana para consumirlos el mismo día, así serán los mejores. De lo contrario, se pueden almacenar en la parte más fresca del refrigerador, pero no más de 48 horas.

Caballa fresca, elígela y consérvala

Reconocible por su forma cónica y rayasazulada, la caballa mide entre 30 y 40 cm y puede pesar de 500 g a 1 kg. Es un pescado graso, rico en vitamina D y omega 3. En el momento de la compra, evite pescados cuyo cuerpo sea demasiado blando, el color un poco apagado y el ojo demasiado negro. Las branquias rojas brillantes son una buena señal de frescura. Por último, como siempre con el pescado fresco, es mejor comprarlo el mismo día que se consume.

Arenque fresco, elígelo y consérvalo

Muy apreciado en el norte de Europa y en todo el Mar del Norte y el Báltico, el arenque mide alrededor de 30 cm y pesa alrededor de 200 g. Para elegirlo, confías en tu pescadero, o te aseguras de que sus escamas estén brillantes y de que su cuerpo esté firme y bien hinchado. Si es recomendable consumirlo el mismo día de la compra, igual se puede conservar entre 1 y 2 días en el frigorífico.

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